Lo que Nanak dice es que, si dejas de interferir y de interponerte en tu camino, encontrarás el sendero de los senderos, y entonces no necesitarás preocuparte por ningún sendero más. Déjaselo todo a Él, y estate agradecido por lo que quiera que Él haya hecho que te ocurra, por lo que quiera que haya decidido que hagas en este momento y que te haga llevar a cabo en el futuro. ¡Alaba al Señor! Ofrécele un cheque de gratitud en blanco. Sea lo que sea lo que Él haya decidido para ti y a través de ti, tanto si te ha gustado como si no, tanto si fue motivo de elogio o de culpa, tanto si a la gente le pareció tu fortuna o tu desgracia, que nunca haya ni la menor diferencia en tu agradecimiento. Nanak ve un solo camino, y es: «Tú eres el que no tiene forma, el todopoderoso, tú que moras para siempre. Yo soy minúsculo, como una ola en el océano, y te lo dejo todo a Ti. ¡Me has dado tanto! Tu generosidad y tu gracia fluyen en todo lugar y momento; tanto que, si me ofreciera mil veces en sacrificio, sería aún insignificante. Nanak conoce un solo camino: Lo que quiera que te agrade es lo mejor para mí».
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