domingo, 24 de abril de 2022

La Idea de la Muerte Inminente...

Vive como si murieras a cada instante…

Si realmente quieres vivir, tienes que estar listo para morir. ¿Quién dentro de ti tiene miedo a la muerte? ¿Tiene la vida miedo a la muerte? No es posible. ¿Cómo la vida puede tener miedo de su propio proceso integral? Algo más tiene miedo dentro de ti. El ego tiene miedo dentro de ti. La vida y la muerte no son opuestas, el ego y la muerte son opuestos. La vida y la muerte no son opuestas, el ego y la vida son opuestos. El ego está en contra de las dos, la vida y la muerte. El ego tiene miedo de vivir y el ego tiene miedo de morir. Tiene miedo de vivir porque cada esfuerzo, cada paso hacia la vida, acerca la muerte.

Cuando la muerte ocurre y algún ser querido se ha ido, un gran vacío queda en los corazones de aquellos que lo amaron. Ese espacio puede ser usado... puede convertirse en una nueva dirección de la vida. O si no lo usas, lo llenarás con basura otra vez. Es muy difícil encontrar un hueco en tu continuidad. Cuando llega la muerte, el hueco está disponible. Cuando alguien muere, no sólo es él quien muere; si lo amaste, algo en ti también muere simultáneamente. Cuando desaparece, de repente sientes un vacío en tu interior. Ese vacío puede convertirse en algo muy triste si no se usa de forma creativa. Uno puede sentir que toda la vida ha perdido el sentido, el propósito, la dirección. Uno puede empezar a vivir de forma muerta, a la deriva y esperando la muerte. La vida puede convertirse en un asunto muy, muy pesado. Pero ese espacio puede ser utilizado. Puede convertirse en meditativo... puede convertirse en un viaje hacia el interior. Puedes encontrar algo que se abra dentro de ti mismo. Cuando la muerte ocurre fuera, puedes cerrar los ojos y la meditación será muy fácil en esos momentos porque el pensamiento se detiene. La muerte es tal que no puedes pensar en ella. No hay nada en que pensar. Es una conmoción, y una conmoción tan grande que todos los viejos patrones de pensamiento simplemente se dispersan. Por unos momentos, por unos días --depende de cuánto amaste a la persona-- el shock continúa funcionando dentro de ti. Hace añicos el pensamiento. Esos son los momentos en los que puedes ir más allá del pensamiento muy fácilmente. Puedes montarte en la ola del no-pensamiento que la muerte ha creado en tu interior. Normalmente, en Occidente en particular, la gente trata de distraerte. Si alguien muere, los amigos, la familia y los parientes intentarán distraerte. Te invitarán a una película, a un circo, a una fiesta, a un picnic, donde el propósito es distraerte. O vendrán y te consolarán en nombre de la religión. Las dos cosas que la sociedad te proporciona son el consuelo y la distracción, pero no la comprensión.


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